NUESTRA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA Y EL TURISMO

"Debemos producir para satisfacer las necesidades del pueblo

 y no para hacernos ricos"

(Hugo R. Chávez F.)

Desde tiempos inmemoriales, Venezuela  fue y ha sido un pueblo sometido y esclavizado por medio de la espada colonialista y la religión, prisionero también debido a que trasladaron de África a muchos seres humanos para esclavizarlos por colonos españoles los cuales vinieron aprobar suerte, sin importarle sus congéneres encontrados acá. Esta situación causó una cultura consecuente, tanto en los oprimidos como en los opresores, definiendo una dinámica de la vida de cada venezolana y venezolano, donde en ese transcurrir histórico, ya ninguna y ninguno será el mismo. Surge entonces, un perfil cultural venezolano, donde estos elementos opresores suscribirán la paz o la guerra.

Es por esto que, muchos de los rasgos de esta cultura dominante pasan a conformar la cultura nacional que prevalece en la actualidad. No obstante, analizando el Ideario Bolivariano y de nuestros próceres, pensamos que los pueblos deben pensar de sí mismos más allá de la costumbre y la tradición: deben "evolucionar". Coincidimos pues, con que una cultura, entendida como el diario quehacer de cada pobladora y poblador, determina la manera como vive la gente, donde dicha manera de vivir está a su vez determinada por su economía, por sus relaciones de trabajo y por sus relaciones sociales, las cuales tienen como consecuencia una psicología social.

Y si se estudia en frío nuestra vida, llegaremos a la conclusión de que la misma está signada por el mercado capitalista, imponiendo el estilo de vida actual. El capitalismo, lamentablemente, es nuestra cultura, es decir que la cultura como comportamiento aprendido y transmitido de generación en generación en nuestra amada Venezuela, se ha configurado basada en marcadas desigualdades sociales e históricas relaciones de explotación, del hombre por el hombre.

Sin embargo, hemos sucumbido ante el individualismo capitalista el cual ha reforzado una condición depredadora en nosotras y nosotros, donde en nuestro subconsciente colectivo aún prevalecen valores y principios comunitarios a pesar de la esclavitud y la dominación que hasta no muchos años hemos vivido. No olvidemos que nuestro padre Bolívar decía que "nos han dominado más por la ignorancia que por las armas". De allí que, a pesar de la explotación, muchas veces nos organizamos en cayapas, para realizar trabajos mayores que ameritan ayuda mutua, deslastrándonos un poco de ese acérrimo individualismo que tanto daño nos ha hecho.

Surgen nuevas formas sociales, donde la REVOLUCIÓN se hace una necesidad y donde la cultura colectiva que queremos reconstruir es un acto de la conciencia. Ya cansadas y cansados de esta maniada situación hostil, se dan acontecimientos rebeldes, en protesta seria, justa y contundente ante tal, donde el lenguaje, como primera forma de comunicación humana y social, no es inocente en el capitalismo, conociéndolo perfectamente quienes proyectan los valores de ese capitalismo salvaje y neoliberal a consciencia o por rebote inconsciente, pues esa ha sido la naturaleza de la psicología que habitan.

No obstante, los pueblos no olvidan. Y, ese pueblo que somos hoy día es nuestra fortaleza, es la revolución; debe ese mismo pueblo comprender dicha revolución más allá de comida barata o de una casa. Nuestra insurrección cotidiana debe separarnos del capitalismo y acercarnos al SOCIALISMO DEL SIGLO XXI. En esto el Turismo como actividad socioeconómica y científica aporta beneficios incalculables, ya que como reza el "Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de Turismo", en su Exposición de Motivos, el Turismo contribuye positivamente a satisfacer las necesidades de ocio y tiempo libre de cada ser humano, incluidos las venezolanas y los venezolanos, permitiendo no la transculturación sino la endogeneidad de cada cultura para el disfrute pleno de todos sus aspectos, al afianzar valores y principios socialistas, cristianos, para construir la hermandad fraterna intra y entre pueblos. Como ciudadanas y ciudadanos que laboramos en y con el Turismo, no perdamos de vista jamás estos aspectos, para ir "evolucionando", a través del paso del tiempo y del espacio, junto con los pueblos, los cuales son nuestra "materia prima", sin ellas y ellos, los TURISTAS, no existiría turismo.

TSU María Elena Ramos P. y

TSU Eris Eduardo Díaz R.